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Nadie menos adecuado que
Pensar futuro: esa quimera. Y También nos acompaña la Na- 

el poeta (el constante aprendiz de no obstante imaginarlo, desearlo. turaleza: fauna, flora, minerales. 
poeta que ha de ser el poeta que
¿Dónde, cuándo, respecto a qué, Nos acompañan los elementos: 
lo sea) para intentar responder al respecto a quiénes?
aire, agua, tierra, fuego.

epígrafe de este texto. La poesía es, ¿El futuro nos piensa, nos es- Desde una perspectiva ani- 
entre otras cosas, una pregunta a 
pera?
mista convivimos incluso con los 
todas las respuestas.
En determinados momentos de objetos.

A grandes interrogantes acom- la Historia lo peor de pensar futuro Nos acompaña el espacio. 
pañan pequeñas contestaciones.
es la pesadilla de conjeturar que re- Ocupamos espacio.
Todos nos planteamos esa mis- gresa, hasta atraparnos, la negritud Nos acompaña la lejanía hasta 

ma cuestión: ¿Qué está pasando en de episodios aciagos.
alcanzarnos y presentarnos la au- 
el mundo? Y será bueno que cada Pensar futuro debe compro- 
sencia.
uno nos hagamos además esta otra: meter, incitar a levantar cimientos Nos obsesiona el tiempo. El 

¿Qué está pasando en mi mundo? Y asentadores de un mañana mejor. tiempo nos ocupa.
esta más: ¿Por qué?
Conociendo el hoy y con las ideas 
Tiempo y espacio: grandes 
Para “arreglar” el mundo ya precisas acerca de las necesarias cuestiones que nos preocupan.

rigen los sociólogos, economistas, c“orrecciones al presente.
Nos acompaña el tiempo (cuyo 
cientí cos, gobernantes, politó- paso no tiene marcha atrás) hasta 

logos, arquitectos, ingenieros, nuestra caducidad.
Casi todas las épocas 
urbanistas,  lósofos, publicistas, El tiempo, ese puente imper- “
profetas...
son desconcertantes. El ser ceptible entre el ayer y el hoy, entre 

Intranquilo, confuso, con la humano es desconcertante
ahora y después.

cabeza desencuadernada, el poeta Pero el tiempo puede llegar a 
lírico se pierde cuando sale de su ser un muro que se vuelve espejo a 

interior más claro. Pero su sensibi- quien intenta derribarlo.

lidad y compromiso le mueve inevi- Con honestidad y decisión.
Nos acompañan las religiones, 
tablemente a estar con los demás.
Como diría, por ejemplo, un la Historia, la antropología, la so- 

Lo suyo es encantarse, exaltar enamorado a su pareja:
ciología, la cultura, los deportes, la 

los encantamientos.
El mañana está de mi lado por- economía, la política, los medios 
Querría cantar, sí. A veces le que el mañana eres tú por encima de entretenimiento, dispersión, 

proponen contar. Otras más opinar. de todas las cosas de este mundo, el (des)información, (in)comunica- 

Resiste frente a la realidad. Pre-
mañana nos pertenece porque todo ción, etc.
 ere la videncia a la evidencia. Ne- está hecho de nosotros.
“

cesita ver lo ideal dentro de lo real, Re exionar tendría que conver- 
El desorden en 
lo imposible dentro de lo posible.
tirse en fuerza armonizadora contra 
Él es proclive al concierto del el desconcierto.
el estado de ciertas
asombro.
Acertar, equivocarse, son mani- 
cuestiones políticas genera 
De lo contrario divaga sin más festaciones de intención y acción de “
pretensión que buscar, tropezar, concertar.
confusión, enciende dudas, 

caer, levantarse, avanzar hasta ver Desconcertados por la impor- desencadena crisis y 

aparecer una chispa sonora, una tancia que se concede a la aparien- desconcierto
iluminación; consciente de que “la cia: esa propensión al “fachadis- 

sola claridad está en lo oscuro.”
mo”, siendo que la fachada no es lo 

Casi todas las épocas son des- que sostiene el edi cio.
concertantes. El ser humano es des- Ser, estar, parecer, comparecer Debería acompañarnos la sole- 

concertante.
y desaparecer son materia de nues- dad, escoltarnos mejor: en un pro- 

Casi siempre vivimos descon- tro existir. A ser y a desaparecer yecto e caz de conocernos, convivir- 
certados. ¿De qué, por qué?
deberíamos dedicar la máxima nos, atrevernos a nosotros mismos.

Pensando futuro, soñando fu- atención, mucho más que a estar y Nos acompañan las sombras, 

turo.
parecer.
los espectros, el cosmos.
¿Acaso porque el pasado ya no “Vivir es convivir en compañía” Hay quienes se desconciertan 

está, porque el presente no satisfa- recalca de manera poética Jorge cuando miran el exterior oscuro, 

ce del todo nuestra insaciabilidad, Guillén.
envolvente, asfixiante.
nuestra “ansia perpetua de algo Pero no solamente convivimos Algunos, pocos, supercons- 

mejor”?
con humanos.
cientes, huyen de ese exterior, se


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