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Editorial
Desconcierto
presente y futuro
No es difícil argumentar acerca del histórico desconcierto en el que siempre ha vivido la humanidad, pero —como
ha debido de ocurrir siempre— estos tiempos que vivimos parecen particularmente desconcertados; mejor dicho, des-
conciertan al más pintado.
Hemos inventado un mundo sin fronteras para la información y la economía, pero con altos muros y alambra-
das para las personas. Nos comunicamos con el otro lado del mundo, pero somos incapaces de levantar la mirada
del móvil o de la pantalla de la tableta o el ordenador para mirar a nuestro alrededor y hablar con las personas de
nuestro entorno. Podríamos seguir ejempli cando multitud de “sindioses” y raciocinios frustrados, pero creemos
que no son necesarios para hacernos entender. Eso sí, ante semejante confusión hemos pedido auxilio a la poesía
que, seguramente, no arreglará nada, pero nos invadirá con la cruda belleza que las palabras de nuestra “Firma invi-
tada”, Ángel Guinda, han aportado a la apertura del presente número de Crisis. Son palabras que saltan de la lírica a
la realidad y que intentan despertar nuestro pensamiento.
Aun así, nuestro desconcierto continúa creciendo cuando, a propuesta de Paco Serón, nos decidimos a pensar
en el futuro dedicando al tema nuestras V Jornadas. Y no queda ahí la cosa, Juan Domínguez nos provee de una de
sus magistrales entrevistas, nada menos que a Mariano Rubio, gran pintor y grabador bilbilitano, a quien en el sub-
título de la misma llama “el artista indeclinable”. Como remate, en nuestra sección “Literaturas”, nos visita Borges
para recordarnos que, por más que hayamos alcanzado este siglo XXI, en nuestra sociedad occidental seguimos
manteniendo la batalla eterna entre barbarie y civilización.
Menos mal, que Fernando Alvira, con la maestría que le caracteriza, nos aporta una bellísima portada capaz de
concertar el continente con el contenido de nuestra publicación a través de la mirada perdida de ese personaje que
protagoniza su extraordinaria pintura.
Y, al n, concluimos muy concentrados dándoos noticia de la entrega de nuestro I Premio CRISIS de artículos de
opinión, editando los trabajos ganadores y convocando el II Premio CRISIS, contando para ello, en esta ocasión, con
la colaboración del Grupo ANAYA.
Que nadie crea que semejante nal le va a hacer olvidar el desconcierto general en el que vive nuestra humani-
dad. Al contrario, cada página da fe, contradicción tras contradicción, de la debilidad de nuestra civilización, de su
decadencia y carencia de soluciones para el futuro y, mucho menos, para el presente (o viceversa).
Lamentablemente, al cierre de estas páginas, nos enteramos de la pérdida de dos personas muy cercanas y
queridas en nuestra revista: Ángel Alcalá y Alfredo Castellón, dos insignes aragoneses que ya no están con noso-
tros. Desde aquí nuestro reconocimiento y muestra de dolor. DEP.
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