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Verdad


Las niñas raras



Isabel Rosado



El personaje de Celia, creado por Elena Fortún, fue la primera indignada con el mundo de 

los adultos y sirvió de inspiración para otras niñas raras de la literatura







































La primera vez que un libro de Razón no le falta a quien lo dijo: era pequeña y que le parecían unos 
Celia cayó en mis manos tendría este personaje entrañable de la litera- libros sosos, ñoños y repipis. Con estos 

nueve años. Recuerdo que en aquel tura infantil fue capaz de revolverse comentarios me di cuenta de que no 

tiempo José Luis Borau y Carmen en sus páginas contra las injusticias había percibido la esencia de lo que 
Martín Gaite hicieron una adapta- sociales, contra los roles impuestos a Elena Fortún, seudónimo de Encarna- 

ción televisiva de los libros de esta las señoritas de las clases más asenta- ción Aragoneses, había querido contar 

niña despierta, traviesa y dispuesta
das de la sociedad madrileña y contra desde las primeras historietas de Celia 
a cambiar el mundo que los adultos las normas del colegio de monjas, publicadas en Blanco y Negro hasta la 

le imponían. Todos los martes por la aspecto este último que hizo que el edición del libro póstumo Celia en la 

noche los dibujos de Molina Gallent, libro Celia en el colegio no pasara la revolución, publicado en España en 
ilustrador valenciano de los primeros censura en los años cuarenta.
1987 por la editorial Aguilar, que nos 
“
libros de la saga, y la sintonía can- presenta a una adolescente endurecida 

tada por Vainica Doble introducían por los rigores de la guerra pero que 
las aventuras de aquella niña rubia Una vez escuché que aún conserva un carácter soñador.

que resultaba molesta en los círculos la Celia que conquistó a los Como señala Carmen Laforet

sociales de los adultos, incluyendo a niños, y no tan niños, desde en una de sus emotivas cartas a Ele- “
su madre, por su continuo cuestiona- na Fortún en el libro que recoge el 

miento de todo. Ya en el estribillo de los años veinte, fue una de epistolario entre las dos escritoras y 

la canción su madre le decía: “¡Celia, las primeras indignadas.
titulado De corazón y alma (1947-1952), 
cállate! ¡Celia, pórtate bien!”
la lectura de los libros de Celia era

Una vez escuché que la Celia un buen remedio para alegrar a sus 

Gálvez que conquistó a los niños, y Alguien me comentó una vez hijas, y para ella misma, en las malas 
no tan niños, desde los años veinte que aborrecía estos libros porque su situaciones hasta que todas acababan 

fue una de las primeras indignadas.
madre se los había dado a leer cuando
llorando de risa.


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