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hacen otras artes. Eso si así lo pre- en los albores de aquel invento de recuperar tantas y tantas películas 

tende el autor, porque es evidente barraca de feria que miraban detrás que se nos habían hurtado por las 
que muchos planteamientos parten 
del lienzo blanco intentando en- más diversas causas. Y que también 
ya de salida con una intención fan- tender aquello. Posiblemente esta sirvió para colarnos unos cuantos 

tástica, que abandona todo propósi- anécdota sea apócrifa, otra mentira bodrios.
to de realidad.
tenida por tantos como verdad.
Recientemente se pudo ver La 
Es frecuente que haya espec- Siempre supimos que nadie verdad, con Cate Blanchett y Robert 

tadores reacios a admitir películas vuela, lo que no nos impidió emo- Redford, alrededor del mundo de 
que se alejan voluntariamente de lo 
cionarnos con Superman; siempre la información periodística, tema 
real. Quienes así piensan abomina- supimos que la gente no se pone que por sí solo daría para todo un 

rán el cine sobre el espacio, la cien- de pronto a bailar y a cantar en la tratado. O La verdad duele, Toda la 
cia  cción, los dibujos animados
calle, pero nos pone la carne de 
verdad, La verdad desnuda, El juego 
o las películas de aventuras, solo gallina el comienzo de West Side de la verdad y para  nal de este re- 

por citar algunos ejemplos. Sobre Story; siempre supimos que el paso Mentiras y gordas, que era un 
gustos no hay disputas, pero parece reino de Oz no existe pero somos 
auténtico bodrio, en verdad.
claro que sus posibilidades de dis- felices mientras Dorothy camina Y por qué no recordar las veces 

frute ante las pantallas se reducen por el sendero de baldosas amari- que en el título se ha empleado la 
drásticamente.
llas; siempre supimos que la vida alocución “La verdadera historia 
“
no era como se nos presentaba en de.” Lo que no quiere decir que 

Siempre supimos que aquellas comedias donde “chico todo lo que se contaba allí fuera 
encuentra a chica, chico se distan- verdad, porque en el fondo, ¿quién 
nadie vuela, lo que no nos “
cia de chica y chico y chica se reen- sabe cuál era la verdad? En todo

impidió emocionarnos con cuentran y viven felices comiendo aso sería “su verdad”.
c
perdices”.
“
Superman.
Y así seguiríamos hasta el in- 
el cine, esa enorme 
 nito. O más allá, como diría el 
Porque ¿de verdad necesitamos protagonista de Toy Story, otra men- máquina de mentiras, ha ido 

que todo lo que se nos cuenta tiene tira absoluta, pero que escondía
impregnando de pequeñas 
que parecer cierto? Si ahondáramos en el fondo más verdad que otras
“
en esta creencia acabaríamos por de apariencia verdadera. Porque el verdades nuestras vidas

abrazar ideas de regímenes totalita- cine —siendo esa enorme máquina (.) Pocas veces hubo tanta 

ristas que solo admitían “arte útil”, de mentiras— ha ido impregnando verdad en la mentira.
desterrando la fantasía y la imagi- de pequeñas verdades nuestras vi- 

nación. Haciendo un paralelismo das hasta el punto de quedarse para 

fácil con otros medios de expresión siempre en nuestras costumbres,
Si alguien dio en la diana, ex- 
es como si solo se admitieran cua- en nuestras actitudes, en nuestro plicándonos con medios de  cción 

dros o esculturas “iguales que en la vocabulario. Pocas veces hubo tanta la di cultad de llegar a la verdad 

vida real”.
verdad en la mentira.
—y con esto terminamos—, fue 
Muchas veces he comentado La palabra “verdad” ha apareci- Akira Kurosawa con su Rashomon. 

entre amigos o incluso ante ama- do tantas veces en los títulos que un Cuatro personajes cuentan el 

bles audiencias que me gusta que somero repaso a todas ellas hubiera mismo hecho y cada uno da una 
me mientan; solo que me gusta que bastado para llenar estas modestas versión diferente. Filme magistral, 

lo hagan con talento. Y digo mentir, líneas, que en el fondo no son sino copiado hasta la saciedad, del que 

porque no se puede hablar de la una simple elucubración; “hablar en la década siguiente hizo un re- 
verdad sin que aparezca su antóni- por no callar”, dirían algunos. Pero make confeso Martin Ritt con Paul 

mo. Ambos vocablos se necesitan, no me resisto a nombrar algunos, Newman en el rol de bandolero y 

no pueden entenderse el uno sin el venidos a la cabeza a medida que que en España fue titulado Cuatro 
otro.
estas líneas se deslizaban en el or- confesiones, en un alarde de poca 

Desde que empezamos a ir al denador.
originalidad.

cine supimos sin que nadie nos lo Un ejemplo glorioso es La ve- Ha sido estimulante escribir 
tuviera que explicar que aquello rité, de Clouzot, nada menos que estas líneas, máxime cuando se apo- 

que veíamos no estaba ocurriendo con la Bardot, que tardó once años yan en asuntos que bien pueden ser 

de verdad en aquel momento. Siem- en llegar a nuestras pantallas y lo tenidos por poco ciertos, pero, sea 
pre se ha comentado la anécdota de hizo gracias a aquel curioso invento verdad o no lo sea lo que aquí se ha 

supuestos primeros espectadores
del “arte y ensayo”, que sirvió para
expuesto, qué más da.,¿verdad?


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