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cada vez menos potable—. A la
que queda segundo es el primero sido —vistos así— casos de

vez, esto no es más que un charco de los perdedores, como repiten sin buenos negocios. El pasajero que
contaminado dentro de un sistema
pudor los hooligans de los medios por llegar tarde pierde el avión que
solar en el que predomina al 70 % un deportivos.
después es noticia por caer al mar;

suelo de materiales tan poco sólidos Pero nos ocultan — ¿o no lo el soldado herido leve que para
como son el nitrógeno y el helio. Y
queremos ver para mantener así
su cura trasladan al hospital poco
la gran ventana oscura a donde nos la ilusión de la tómbola? — una antes de que su pelotón pereciera

asomamos en la noche interestelar verdad tan de Perogrullo como
íntegro en una emboscada bajo
donde todo lota para alejarse sin
que para que uno triunfe otros
fuego enemigo, o el ejecutivo que
remedio solo contiene un 4 % de han de quedarse en el camino; que renuncia a su bien pagado trabajo

átomos. Como dice la periodista para que una minoría acumule en la urbe y encuentra a cambio la
Ariane Koek “creemos estar pisando cantidades exorbitantes de riquezas,
paz inesperada en la vuelta a un
tierra irme, pero en realidad lo
una mayoría debe sobrevivir por ambiente rural, ¿quién los caliicaría

que estamos pisando está lleno
debajo de sus posibilidades; y que
como ejemplos de fracaso?
de agujeros en un 95 %. El mundo la competición —cuando las reglas
El fallo, el error, no tiene por
material está hecho de vacío”. Es las ponen los de siempre— es una qué excluir el éxito o acierto. Por

decir, pataleamos en un universo de carrera trucada a la que solo te el contrario, la experiencia indica
energía negra y gas; nuestra vecina convocan y jalean como igurante que funcionamos con el método

es la nada; con nosotros juguetea
n“ecesario para que haya espectáculo.
de ensayo y error hasta que la

la absorbente gravedad, y por toda verdad práctica resplandece como
compañía contamos con la soledad destilado inal del proceso. Thomas
La creación del ser
de una autopista espacial sin A. Edison no fue el primero en “
humano se inauguró con
márgenes, sin horizonte ni áreas de inventar la bombilla de ilamento
descanso.
un clamoroso fracaso: la incandescente, pero la perfeccionó

¿Y después de todo ello, he
expulsión del paraíso.
y no se sintió frustrado. E hizo

de preocuparme por el fracaso? El célebre su frase: “No fracasé, solo
fracaso es un concepto burgués, descubrí novecientas noventa y

mercantilista, escondite del Andrés Rábago, “el Roto”, nueve maneras de cómo no hacer

monopolio. Es propio de la plasmaba con ironía en una de
una bombilla”.
mentalidad anglosajona, donde sus viñetas esta tan humana como Advertía David Mayor en

enraizó la idea de que el tiempo es prestada ambición por el éxito su poema “Piezas de Taller”:

oro y donde se considera que cada rápido. Cuenta que una planta “nunca olvides (.) que el éxito y
uno vale no por lo que es, sino por lo vivía gozosa en su frondosa región el fracaso son dos impostores”.

que posee; pertenece a la cultura de selvática, pero le concomía el deseo Yo, sinceramente, preiero no

la descarnada competitividad y del de conquistar el mundo civilizado. engañarme. Ni me preocupa el éxito,
éxito a costa de la eliminación del Así que emigró en un carguero del que no sé aprovecharme; ni temo

rival más débil. A mí me basta una rumbo a Nueva York. Una vez al fracaso, que como la mayoría

garantía de vida con dignidad, que llegó a su destino, la metieron en lo tengo como natural punto de
no es poco.
un tiesto, sola, regada por goteo partida. Mi abuelo siempre decía:

La competitividad exalta el automático en la fría azotea de un “El ‘no’ ya lo tienes; de modo que

mito de la ascensión social desde anónimo rascacielos. Y aun así se inténtalo”.
una visión de hipotética igualdad de decía: “Estoy en Nueva York, ¡he Así que aquí estoy, en la oicina

oportunidades. Cualquiera —vienen triunfado!”.
del registro voluntario para el primer

a decir—, si se lo propone, puede De Gracián aprendimos que viaje al espacio sin retorno. La Tierra
hacerse rico jugando en la bolsa, o todo es relativo. No todos los éxitos se está yendo al carajo, pronto será

puede llegar a ser presidente. Está en resultan ser a la postre tan exitosos. inhabitable y hace falta gente que

sus manos. Simultáneamente, el que Ni todos los fracasos son realmente explore nuevos planetas capaces
no alcanza su proyectada ambición, fracasos. La boda feliz que al año de albergar a lo que quede de los

desciende a la categoría de loser. El se trueca en tormentoso y caro humanos. No, no tengo miedo al

loser, el perdedor, es la cruz de la divorcio por incompatibilidad de fracaso. El fracaso está aquí, en lo
moneda, la pieza con maca que no caracteres; la inversión en “ladrillo” que dejo detrás. A mí me espera el

merece sino el rechazo. El perdedor tras la burbuja inmobiliaria o el magma cósmico de donde un lejano

se convierte —lo convierten— en ladrón de caudales públicos que día nacimos, el polvo de estrellas que
un apestado social. Porque este pillado sin excusas es condenado
recrea constantemente al universo.

mundo es una palestra donde el
a unos años de cárcel no habrían
Me espera la eternidad.

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