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Fracaso


Hijos del fracaso, aspirantes a la eternidad



Víctor Herráiz



La historia de la humanidad está plagada de errores y fracasos. Sin embargo, lo que cuenta 

no es el número de caídas, sino el de las veces que nos hemos podido levantar y reanudar 


la marcha.







































ILUSTRACIÓN: Strader


No temo al fracaso. Me siento bó con los gigantescos saurios para Biblia describe que en un principio 

hijo del azar y la fragilidad. Y amo que los mamíferos y dentro de ellos estábamos viviendo tan placentera- 

—más que a la vida— a la vulgar nosotros, los primates evoluciona- mente en el Paraíso Terrenal, hasta 
supervivencia. Nacer, vivir. no son dos, medráramos como especie en el que la serpiente indujo a nuestra 

más que boletos de una lotería. ¿Por planeta azul. De no haber sucedido abuela Eva a comer de la manzana 

qué he de tener miedo a las desgra- semejante cataclismo, tal vez no es- prohibida y desde entonces nos 
cias puntuales, a los reveses de la taríamos ocupados en estas y otras persigue la fatiga, la enfermedad, el 

fortuna, cuando la vida en sí misma “relexiones.
trabajo y el parto con dolor.

no tiene otro inal que la derrota, Pasó el tiempo, cometimos 
resultado del ineludible duelo con la nuevos errores, acaeció el Diluvio, y 
De entre todas las 
muerte? De entre todas las batallas, volvimos a empezar. Preferimos no “
batallas, la vida es la 
la vida es la única que está perdida darnos cuenta. Pero la casualidad 
de antemano.
única que está perdida de nos domina y el fracaso nos acecha 

En la Tierra olvidamos con antemano.
por ambos lados de la bamboleante 

frecuencia que nosotros somos el cuerda sobre la que ingenuamente 
producto de un desastre biológico dirigimos nuestros pasos. Veamos: 

monumental: el de la extinción
¿Y qué decir de nuestros co- estamos haciendo pie de forma 

de los dinosaurios. Tuvimos que mienzos? ¿Es necesario recordar que inestable en una pequeña isla sobre 
aguardar muchos millones de años la creación del ser humano se inau- un planeta que en sus tres cuartas 

a la colisión del meteorito que aca-
guró con un clamoroso fracaso? La
partes es agua —salada y la otra


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