Velada literaria

Erial Ediciones, desde su revista «CRISIS», os invita a su primera velada literaria en el bar «Pedacito de Cielo» (C/ Blancas, 7) en la que se realizarán lecturas de textos, propios o ajenos, con participación abierta a todos los asistentes.

Entre música y literatura podréis conocer y dialogar con los componentes de Erial y con algunos colaboradores que también intervendrán en el acto: Sergio Abrain, Mariano Anós, Juan Domínguez Lasierra, Sergio Gómez, Victor Herraiz, Marisa Lanca, José Tomas Martín, Eugenio Mateo, Antonio M. Melendo, Fernando Morlanes, Mario Sasot, etc…

Animáos a acudir… ¡y a participar! Os esperamos.

Aforismos, axiomas, ocurrencias y recurrencias

 

AFORISMOS, AXIOMAS,  OCURRENCIAS Y  RECURRENCIAS

 

 

 

En estos tiempos de prisa y provisionalidad, los seres humanos deberíamos comunicarnos a través de los aforismos, como el que separa el grano de la paja, para dejar nuestras ideas libres de rebozo y oropel, desnudas en su concreción y resaltadas en lo esencial. Dicen los expertos que en una conversación, acaso un pequeño porcentaje de lo dicho es debidamente recordado, razón suficiente para dejarnos de circunloquios, exprimir en su justo contenido los conceptos  e ir al meollo del asunto utilizando la técnica de la bendita síntesis.

 

Utilizamos el lenguaje como algo instintivo que no supone esfuerzo y en ese craso error hablamos de más, siempre de más, en un afán de convencer más que de conversar, de contar más que de escuchar para al final solamente oír el eco de nuestra propia voz, onda que no alcanza ningún dial, sonido apenas distinguido en el guirigay de la palabrería. De todo lo que decimos la mayoría no sirve para nada, hay que rebuscar para, a veces, encontrar algún significado libre de doble intención, esto es claro y conciso. De su valor es ya otra cuestión. Dice el Maestro Andrés Ortiz-Osés que el silencio es el metalenguaje de la palabra.

 

El silencio es lo único que permite escuchar completamente. Este axioma de Perogrullo no es conocido por todos sin embargo, más bien casi ninguno repara en él, claro que a veces tendemos a ignorar lo obvio. La palabra resume todos los silencios para pensarla, guarda celosa su significado, descifra el pensamiento, es en sí misma un tesoro inagotable para, a la vez, ser una cáscara vacía cuando se usa sin conocimiento. En este caso tiene varias acepciones: palabra hueca, palabra falsa, palabra maledicente, palabra ofensiva, etc. A Las buenas palabras se las lleva el viento. La palabra es la voz de nuestro silencio y por nuestras palabras se nos conoce.

 

Se me ocurre pensar en una máquina que mida las palabras, un artilugio que podríamos llevar colgado del cuello para contar las que pronunciamos al día. Menuda sorpresa, pero para ocurrencia mayor, un programa nos diría todas las inútiles y ahí, mis amigos, casi sería mejor ser mudo para evitarse el esfuerzo de hablar. Bueno, pero permitiría aprender, que no es poco. Ya casi en estado lisérgico imaginemos una conversación donde se dijera –Menos mal que me contradigo: quiere decir que vivo- (O-Osés). Daría una nueva perspectiva para aprender.

 

Pero las costumbres son recurrentes como algunos granos y demuestran simplemente la clase de pasta de la que estamos amasados. No vamos a ser cautos, ni prudentes, ni siquiera sinceros. Hablaremos con la métrica excedida, aplaudiéndonos como monos de circo en la pista de la estereofonía.

Todo por la palabra, pero sin comprometerla. Cambiar el mundo es evolución: cambiar la vida es revolución, nos dice Ortiz-Osés previniéndonos de lo irrenunciable.

ESCRIBE EN CRISIS

Si deseas escribir en el próximo número de nuestra revista, recuerda que el
plazo para la presentación de artículos termina el próximo día 17 de
noviembre
.
Envía tus artículos a crisis@erialediciones.com.
NORMAS MÍNIMAS:
  • Los artículos para la sección «De habla y de fábula» contendrán un máximo de 7500 caracteres. Pueden tratar de cualquier tema, pero, de algún modo, tienen que relacionarse con alguno de los significados u orígenes de la palabra «habla». Para tener información ampliada y cumplir con las indicaciones, entrar en http://www.erialediciones.com/colaboraciones/.
  • También se puede participar en «Biblioteca de la crisis». Basta con comentar en 5 o 6 líneas, alguna de vuestras últimas lecturas destacando las «crisis» que habéis encontrado en ellas.
ESPERAMOS TU COLABORACIÓN
Mesa redonda: "La creatividad científica y la creatividad artística"

RECORDAMOS QUE

El próximo día 21 a las 18 horas en la Biblioteca de Aragón tendrán lugar los actos que se suspendieron el pasado día 24 de octubre. Con ellos cerramos las jornadas que nuestra revista CRISIS y el grupo RIFF RAFF hemos organizado sobre LAS ARTES Y LAS AUTOPISTAS DE LA INFORMACIÓN.

Venta Crisis

I Certamen Literario ANA MARÍA NAVALES

Nuestro compañero Juan Domínguez Lasierra ha querido honrar la memoria de su compañera, Ana María Navales, con la creación de un premio literario que ahora convoca en unión con la Fundación Fernando el Católico. El certamen pretende impulsar la creatividad literaria de la juventud; juventud a la que tan bien llegó Ana María en su enseñanza de la literatura y a través de sus múltiples obras.

Por nuestra parte, en Erial Ediciones nos hemos comprometido a editar los textos premiados en el número uno de la revista cultural Crisis, que verá la luz el próximo mes de junio.
Si tenéis entre 18 y 30 años todavía estáis a tiempo de enviar vuestras obras. Os adjuntamos las bases. Animáos y suerte.

Bases

Con el fin de fomentar la creatividad literaria de los jóvenes escritores, la Fundación Fernando el Católico, de Zaragoza, convoca el certamen literario “Ana María Navales”, de carácter anual, dedicado a la poesía y el relato breve. Con su creación se trata de reconocer la obra literaria de la escritora zaragozana y su apoyo constante a las nuevas generaciones. El “Primer Certamen Ana María Navales” se regirá por las siguientes bases:

Podrán participar escritores de 18 a 30 años, con obras inéditas: un poema o colección de poemas, preferentemente de no más de 100 versos, y un relato, no superior a los diez folios, de tema libre y escritos en castellano.

  1. Los premios estarán dotados con mil euros para cada una de las dos modalidades propuestas, poesía y relato breve.
  2. Los originales se remitirán por correo postal a Fundación Fernando El Católico, Plaza de los Sitios, 18, entlo. izda., 50001-Zaragoza, o personalmente en dicha sede, con indicación en el sobre de “Certamen Literario Ana María Navales”. Al original se añadirá un breve curriculum del autor, y sus datos acreditativos: fotocopia del DNI, domicilio y teléfono. Quienes lo deseen podrán concurrir bajo lema y con plica.
  3. Un jurado de tres miembros, del que formarán parte reconocidos escritores, dará a conocer el fallo el 31 de mayo. El plazo de admisión de originales finaliza el 15 del mismo mes.
  4. Los autores tienen absoluta libertad para la publicación de sus originales premiados, aunque habrán de hacer constar, de la forma que crean más adecuada, que han recibido el galardón. La Fundación se reserva el derecho de publicar los originales premiados en sus publicaciones propias.

Novela póstuma de Ana María Navales

El próximo día 3 de mayo a las 19,30 horas, en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés (Paseo Independencia, 2ª planta, ZARAGOZA), tendrá lugar la presentación de la novela póstuma de Ana María Navales, El final de una pasión. Presentan: Juan Domínguez Lasierra, escritor y periodista, y Julio José Ordovás, escritor, y Marta Agudo, editora.

Se trata de la obra póstuma de la escritora aragonesa Ana María Navales, una novela en la que una estudiosa visita la casa de campo donde vivió Virginia Woolf y “roba” un manojo de cartas intercambiadas entre la escritora y su hermana, la pintora Vanessa Bell. Sobre la lectura de esa correspondencia íntima va creciendo, con una prosa magistral, el último capítulo de la pasión que cimentó la trayectoria narrativa de Ana María Navales: el universo Bloomsbury y la figura de Virgina Woolf.

Sobre esta novela encontraréis suficiente información en el blog Al margen de Manuel Rico: http://manuelrico.blogspot.com.es/2012/04/la-novela-postuma-de-ana-maria-navales.html

  

Ana María Navales (Zaragoza, 1939-Borja, 2009) fue poeta, narradora y ensayista. Su carrera literaria está asociada a una devoción: la vida, la escritura y el universo de Virginia Woolf. Está considerada como la escritora más importante de Aragón en el siglo XX.

Juan Domínguez Lasierra está íntimamente vinculado a nuestra asociación Erial y ha participado activamente, con toda su experiencia y sabiduría, en la creación de Crisis nuestra revista cultural que verá la luz el próximo mes de junio. Julio José Ordovás ha colaborado en nuestro primer número con un precioso poema. El acto promete un gran interés, no os lo perdáis.

Recuerdo de nuestra primera mesa redonda

Seguro que os interesa tener a mano los enlaces a los vídeos de nuestra primera mesa redonda que dedicamos a Pablo Serrano: el museo en el mundo de hoy.

Escuchar a gente tan prestigiosa como Luis Beltrán, Manuel Medrano, Concha Martínez y Llatzer Moix resulta recomendable e, incluso, es necesario.

       

      

 

Los vídeos son muy interesantes. No te los pierdas.

Sergio Abraín, el arte de un inconformista

La sala de exposiciones de Bantierra en Zaragoza acoge una retrospectiva del pintor zaragozano Sergio Abraín, uno de los máximos valores del panorama artístico aragonés, en la que se presentan obras realizadas desde 1994 hasta 2010. Estas mismas pinturas han sido expuestas en las salas de Bantierra en Huesca y Calatayud en una programación itinerante.

Como dice Cristina Gimenez Navarro en el folleto editado para la ocasión, Sergio Abraín trasciende su corpus artístico en el desarrollo creativo más allá de la intimidad de su estudio para participar como agente activo en eventos, actividades editoriales o gestión de galerías de arte. La versatilidad del artista se aplica en una decidida postura  con la sociedad de la que nace  un profundo compromiso ideológico que lo empuja a una reflexión permanente sobre la vigencia de conceptos y experimentaciones. La autoafirmación del testimonio tiempo/evolución como testigo activo. Apasionado actor que traslada a sus obras el riego fértil de la literatura que fluye en sus manos en el momento mismo del trazo.

En la Gran Enciclopedia Aragonesa se le define como pintor, decorador y diseñador. Su formación la inicia desde 1968. Miembro fundador del Colectivo Plástico de Zaragoza, 1975. Funda las zaragozanas galerias de arte Pata Gallo, 1978, y Caligrama-Pata Gallo, 1983, caracterizadas por su espíritu rompedor. En 1977 funda, edita, dirige y diseña la revista de poesía visual Zoo-Tropo, publicando cuatro números. Realiza decoraciones para teatro, montajes en diversos espacios y decora el templete diseñado por el arquitecto Ricardo Usón para el Ayuntamiento de Zaragoza. Concluye 14 libros en ejemplares únicos que regala a sus amigos, buscando una línea estética y formal afín a la personalidad del futuro propietario. Diseña muebles. Como pintor, su constante profesión, entiende el arte cual un todo equívoco y nómada, electrizante y ecléctico. En 1987 realiza un mural para el Centro Cultural Delicias de Zaragoza.

Su línea pictórica transcurre mediante las siguientes etapas. Desde 1973 desarrolla un surrealismo con una visión metafísica y con la crítica daliniana paranoica sin automatismo. Evoluciona hacia una crítica social y política de marcado expresionismo. De 1975 a 1977 trata similares temas pero dando paso a lo que su autor define como «estética de lo horrible». A partir de 1978 cuadricula un fondo que tiene un color blanco agrisado, sobre el cual añade unas figuras expresionistas que representan la represión sexual y política. Desde 1983 combina la pasta y el rabioso trazo gestual, la composición geométrica y el ritmo, a través de sucias tonalidades que se alteran mediante destellos de diversos colores. Mundo de opresores y oprimidos tan ocultos que se emparentan con la abstracción. Desde 1985 evoluciona hasta incorporar una serie de formas, como conos, relojes de arena, clavos con gran cabeza, sin abandono de otras, como el triángulo, espirales, penes, provenientes de su época surrealista.

Poco a poco la figura humana, a veces deforme y angustiante, y otros elementos, como los arquitectónicos, sufren una transformación mediante unas formas abstractas, en grises, blancos sucios y negros, que tienen una impensable capacidad de alterar el entorno. Formas que introduce en un espacio urbano, el cual adquiere un elemento mágico desde su implícita realidad. Una rigurosa geometría que exhibe como verdaderas abstracciones en 1993.

La exposición presenta obras desde este periodo hasta nuestros días, ofreciendo una secuencia de planteamientos eclécticos que se distorsionan en cada veladura, difuminadas realidades en las que aparecen los signos. Los permanentes símbolos de su intencionada andadura de artista a pecho descubierto.

fotos E. Mateo
  

Presentación a cargo de Jesus Angel Gonzalez y Cristina Gimenez Navarro

 
 
 
 
 Redes  1994
 

Emisores 2007 

 

 Emisores  2007 

En defensa de la educación pública

La crisis económica nos sitúa en el centro de grandes contradicciones. Tenemos la necesidad de defender lo público de la institución que debería ser su protectora, el Estado. Éste ha hecho adelgazar drásticamente sectores como la educación, la sanidad, los servicios sociales, etc… El tratamiento único e indiscutible que los gobiernos europeos han recetado contra la crisis ha sido la dieta estricta o incluso el hambre. La ineficacia de este método está siendo notoria. El ahorro es ahogo económico para la mayoría de la población y supone, a la vez, una reducción constante de derechos. Esto supone invertir una máxima de sentido común: la ética debería guiar a la política para regular las actividades económicas y garantizar su honestidad. Sin embargo, es la economía la que rige la política para devastar o acorralar a la ética. Las decisiones que afectan a toda la sociedad se toman desde el ámbito económico, poniéndose en duda el concepto de bien común. Los derechos, ahora menospreciados, son conquistas éticas que posibilitan la construcción o el establecimiento de una democracia fuerte. Ésta se tambalea si los derechos comienzan a extinguirse.

Los derechos, ahora menospreciados, son conquistas éticas que posibilitan la construcción o el establecimiento de una democracia fuerte.

En este contexto se hace imprescindible la protección de la educación pública. Es un pecio al que agarrarse en el naufragio, una de las soluciones de la crisis. La necesitamos, no solo para la recuperación del bienestar económico sino para el fortalecimiento de los derechos de los ciudadanos y el establecimiento, por tanto, de criterios éticos que sean la base de la vida en comunidad. Si queremos recuperar las condiciones que posibilitan la convivencia democrática hemos de apostar por la educación y, concretamente, por la pública.

Su capacidad de integración e inclusión social hace que la educación pública sea la gran aliada de uno de los principios rectores de nuestra sociedad, un valor que nunca debemos olvidar, la igualdad de oportunidades.

Las razones son muchas. En primer lugar, asegura el tratamiento igualitario y la convivencia en libertad. En las aulas de los centros públicos de enseñanza encontramos ideologías, creencias religiosas y costumbres distintas. Personifica así el pluralismo y la tolerancia, como creación de lugares para el debate de ideas y la comprensión de posturas y creencias diversas. Su estructura así lo garantiza. Los centros públicos no responden en su funcionamiento a más ideología que la de los principios de la constitución, entre los que se encuentra el respeto a la diversidad cultural. Además los procesos de selección de sus profesores son una oposición o una bolsa de trabajo, donde los criterios ideológicos no cuentan.

Tal y como muestran los informes PISA el sistema educativo español es, después del finlandés, el que presenta mayor equidad entre los países de la OCDE.

Nos encontramos así con la segunda razón: el alumnado no se segrega. Su capacidad de integración e inclusión social hace que la educación pública sea la gran aliada de uno de los principios rectores de nuestra sociedad, un valor que nunca debemos olvidar, la igualdad de oportunidades. La lucha por la calidad en la educación pública, es la lucha por la igualdad. Tal y como muestran los informes PISA el sistema educativo español es, después del finlandés, el que presenta mayor equidad entre los países de la OCDE. La variación en resultados entre centros, explicada por la diferencia en el índice socioeconómico, es del 19,5% mientras que la media de la OCDE es de 41,7%. Además la ciudadanía percibe la escuela pública como una defensora de la justicia y, por tanto, de la igualdad, según la encuesta del CIS de marzo de 2012 cuando se pregunta quién reconoce los méritos a quien se los merece el 32,6% de la población se decanta por la pública frente al 24,9%, que lo hace por la privada. La educación privada y privada concertada no solo es segregativa con motivo de la ideología, la religión o incluso el sexo sino también según la clase social. Es deshonesto recibir dinero público para garantizar la gratuidad en la enseñanza y cobrar cuotas de entrada o mensualidades, que seleccionan al alumnado según su capacidad económica. Esto es lo que ocurre en la educación concertada tal y como denuncia la OCU según un artículo de Europa Press publicado el 8 de septiembre de 2012 “los colegios concertados exigen a los padres el pago de unas cuotas que pueden llegar a suponer un sobrecoste de hasta 1.000 euros para enseñanzas básicas que son obligatorias y en teoría, gratuitas.” Es la secuela de la contradicción en que se asienta la educación privada concertada, la educación no debería ser un negocio sino un derecho y un bien para la sociedad. Incluso Adam Smith, padre del liberalismo económico, defendía la necesidad de que algunos servicios como éste fueran tareas exclusivas del Estado. El beneficio que suponen para la comunidad hace desaconsejable su integración dentro de un mercado que no garantiza su universalidad.

La educación privada y privada concertada no solo es segregativa con motivo de la ideología, la religión o incluso el sexo sino también según la clase social.

La tercera de las razones es que la educación pública constituye, gracias a las virtudes anteriores, el instrumento más potente para la convivencia democrática. La democracia necesita ciudadanos informados y capaces de debatir y argumentar. En los últimos años una idea guía de las leyes educativas ha sido la de formar ciudadanos críticos, capaces de buscar información por sí mismos y de crearse su propia opinión. Una sociedad con ciudadanos así es una sociedad rica, participativa en política, dialogante, capaz de defender sus derechos y asumir sus deberes. La LOMCE, nueva ley de educación que se encuentra ahora mismo en la situación de anteproyecto, borra esta idea, olvida estas funciones de la educación. En su introducción da una definición oportunista de ésta en términos de utilidad económica: “La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y el nivel de prosperidad de un país.” No aparece otro cometido del trabajo en las aulas. Precisamente, olvidar el valor intrínseco de la educación ha sido el error que ha llevado  a muchos alumnos a abandonar sus estudios a cambio de un puesto de trabajo fácil y bien pagado en los tiempos de bonanza para ser los primeros despedidos en los tiempos de crisis. Necesitamos una ley que dé valor a la educación por sí misma. Solo así tendremos ciudadanos bien formados para el mercado laboral pero también exigentes con los políticos, capaces e informados para ser la base de una nueva etapa democrática, tan necesaria ahora mismo.

¿Podemos compararnos con países como Alemania que hace 50 años contaba con más del 70% de titulados en secundaria superior?

Defenderé ahora la eficiencia de la educación pública. La estrategia política actual es la de desprestigiar los servicios públicos con el fin de recortar en ellos. Así se presenta el gasto en educación como un despilfarro y a sus resultados como un desastre. Se trata de justificar cualquier intervención o reforma, aunque esa reforma sea devastadora. Ni la primera premisa es verdadera ni la segunda tampoco. El gasto en educación en cada alumno es de 9.800 dólares en España según informe de este año de la OCDE, por debajo de países europeos como Suecia, Noruega, Suiza, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, etc… Por otro lado, la LOMCE se justifica en su introducción citando los malos resultados de los informes PISA y la tasa de abandono escolar del 26,5%. Hay que situar ese porcentaje y tener en cuenta un dato que extraemos del informe de la OCDE de 2011 y que nos habla del inmenso progreso en titulados en educación secundaria en los últimos 50 años: “Entre los países con un nivel de partida más modesto se encuentra España y también con el aumento más notable después de Corea: el porcentaje de población española de 55 a 64 años titulada en Educación Secundaria superior en 1997 era prácticamente del 10% y la población de 25 a 34 años titulada en esta etapa en 2009 alcanza el 64%, una mejora de más de 50 puntos porcentuales. A pesar de este enorme avance, el punto inicial tan modesto explica que la cifra española de titulados de esa edad se encuentre todavía 17 puntos porcentuales por debajo del promedio OCDE” ¿Podemos compararnos con países como Alemania que hace 50 años contaba con más del 70% de titulados en secundaria superior?

Tenemos los profesionales para conseguirlo en el futuro, capaces de lograr que los ciudadanos españoles mejoren en su formación constantemente. Solo hemos de establecer las condiciones para ello e invertir en educación. No podemos retroceder. No debemos recortar los medios para el aprendizaje de nuestros alumnos.

Sergio Gómez
 

Cine y educación

Difícil sería encontrar un tema que el cine no haya tratado en su más que centenaria historia. El que constituye el tema central de estos trabajos, la educación, no iba a ser excepción. Y me refiero a la educación en lo que atañe a la labor de algunas personas, preferentemente maestros, referida a los que para simplificar denominaré como alumnos. Porque también me podría referir a la labor de educación que el cine puede ejercer sobre los espectadores, pero eso es otro tema. Un tema que con frecuencia se confunde con el adoctrinamiento, de connotaciones más negativas.

En lo que me quiero detener es en las numerosas películas en las que se han tratado temas relativos a las aulas, a la vida de los profesores, a sus relaciones con los alumnos y todas las variantes que pueda haber al respecto.

Apenas encontraremos a nadie que niegue la importancia que el período de educación, o sea de acopio de conocimientos, tiene en la vida de las personas.

Qué duda cabe que se trata de un tema interesante, incluso apasionante, humano y proclive a toda clase de tratamientos. Porque apenas encontraremos a nadie que niegue la importancia que el período de educación, o sea de acopio de conocimientos, tiene en la vida de las personas.

Es verdad que la misma no cesa, o más bien deberíamos decir que no debe cesar en ningún momento de nuestras vidas, pero bien se puede decir que es en la época en que está atendiendo las clases que alguien le imparte cuando el ser humano es por encima de todo un educando, un digamos “profesional” del aprendizaje.

Hacer un repaso exhaustivo de todas las películas que han tocado estos temas, además de prolijo sería casi interminable, y seguro que me dejaba buen número de ellas. Pero sí querría detenerme en unas cuantas que voy recordando por unos u otros motivos, no siempre relacionados con su calidad.

Curiosamente, la primera que me viene a la mente es una muy alegre. No diré que sea una gran película, pero sí que nos produjo a los chicos de mi época un gran impacto, posiblemente porque todos anhelábamos tener un profesor como aquel John Mills, bajo cuya batuta los alumnos de un colegio británico entonaban aquella melodía que se hizo muy popular en un programa deportivo de la radio española. Quien tenga ya sus añitos habrá ya adivinado que me estoy refiriendo a la titulada Es grande ser joven, hermoso título que todos suscribíamos y que muchas décadas después seguro que también lo hacemos, problemas de paro incluidos. Qué diferencia de colegio con los nuestros en aquella España de los cincuenta. Por el cine intuíamos que había otras formas de enseñar, de relacionarse entre maestros y alumnos, aunque a veces nos costara comprender aquella parafernalia de los americanos, con sus clubes y hermandades, tan lejanas a nuestra cultura y costumbres.

Por el cine intuíamos que había otras formas de enseñar, de relacionarse entre maestros y alumnos

Porque buen número de las películas que han llegado en tantos y tantos años a nuestras pantallas donde se abordan temas relativos a las aulas y a las relaciones entre maestros y alumnos nos han llegado de países anglosajones. Siguiendo con los británicos, cómo olvidar a aquel Mister Chips, que en los treinta fue Robert Donat y a finales de los sesenta Peter O’Toole. O aquella Versión Browning, donde el protagonista fue Michael Redgrave en una ocasión y Albert Finney muchos años más tarde. En estas películas podíamos asistir al ambiente de los colegios británicos a la manera clásica, continuadores de una tradición que aún se mantiene en muchos casos.

Muy diferentes han sido las películas que nos han llegado desde Estados Unidos, donde en la mayoría de las ocasiones la visión que se nos ofrecía por los problemas de la educación era más bien sombría. Solo en la exitosa El club de los poetas muertos asistíamos a unas formas de relación similares a las británicas, aunque la acción se desarrollara en Nueva Inglaterra. En cierta forma el personaje de Robin Williams recordaba al de aquellos profesores británicos tan cercanos a los alumnos, tan campechanos diríamos nosotros. Esa simpatía del personaje y la habilidad melodramática del guión hizo que alcanzara un gran éxito entre nosotros.

En Semilla de maldad, el profesor Glenn Ford lidiaba con una caterva de díscolos alumnos comandados por Sidney Poitiers, mientras se oía de banda sonora un rock and roll por primera vez en la historia del cine. A la postre se recuerda más esta película por aquel “rock alrededor del reloj” de Bill Haley que por la calidad de la película, que no era poca.

Curiosamente muchos años después el propio Poitiers se subiría al estrado del profesor para ser él quien se viera con un grupo de gamberros de la periferia de Londres, curiosamente comandados por una chica, la ahora olvidada Judy Geeson.

En España, durante décadas, la educación tuvo mucho más de adoctrinamiento que otra cosa

En ambas películas la impresión que se sacaba era francamente desoladora. Algo así como “con esta gente no hay nada que hacer”.  En los noventa Michele Pfeiffer repetiría experiencia en Mentes peligrosas, subiendo algo más el tono al aprovechar la liberalización verbal alcanzada en el cine de la época.

Un país muy aficionado a tratar el tema de la educación en las aulas ha sido Francia. Y posiblemente algunas de las mejores películas sobre el tema nos hayan llegado desde el país vecino. Cómo olvidar La clase, reciente éxito de Laurent Cantet. O la maravillosa Hoy empieza todo, de Bertrand Tarvernier, para quien suscribe una de las más interesantes películas del género.

O, yendo unos años atrás, aquellas dos de François Truffaut, La piel dura y El pequeño salvaje. En la primera se adelantaba la línea narrativa de la de Tavernier, para realizar un filme casi neorrealista, y en la segunda se trataba nada menos que de las teorías roussonianas, inspirándose en un caso al parecer real.

¿Y nuestro país? Por razones obvias, durante años ha sido un tema apenas tratado, y mucho menos en profundidad. Durante décadas la educación tuvo mucho más de adoctrinamiento que otra cosa, y ciertas cosas mejor no tocarlas, y si se tocaban ahí estaba la censura para poner orden.

Consultando una de las múltiples encuestas que circulan sobre las mejores películas españolas en estos últimos cincuenta años, solo aparece una que toca directamente un tema relativo a un maestro. Hablamos de La lengua de las mariposas, donde encontramos un personaje ejemplar salido de la magnífica pluma de Manuel Rivas y defendido como en él era costumbre por el gran Fernán Gómez.

Y es que busco en los rincones de mi memoria y apenas aparece nada más digno de mención. Sí, claro, encontramos maestros y maestras – Elvira Quintillá en la de Mr. Marshall, Lali Soldevilla en El espíritu de la colmena, entre otras- pero no es la educación o el ambiente en un aula el tema central de las películas en estos casos.

La ola, inspirada en hechos reales, mostraba la facilidad con la que se puede manipular a las masas

Hace cuatro años nos llegó un inquietante filme alemán, La ola, inspirada en hechos reales, que mostraba la facilidad con la que se puede manipular a las masas, en este caso una clase de jovencitos, para arrastrarlas hacia prácticas totalitarias. Posiblemente junto con La clase lo último interesante que nos ha llegado del tema.

En el terreno del humor cabría recordar a Cantinflas haciendo de “profe” o a un Jerry Lewis en plena forma parodiando a Jekill y Hyde en aquel Profesor chiflado de grato recuerdo. Y poniéndonos sentimentales y guiándome por mis recuerdos infantiles que a lo mejor ahora me defraudarían, el gran (en todos los sentidos) Aldo Fabrizi en la modesta película El maestro, dirigida por él mismo con coproducción española.

Tangencialmente podíamos recordar dos argumentos que han dado origen a varias versiones cada uno: el de un orgulloso profesor lingüista intentando convertir a una florista en una señorita –véase Pigmalión o My fair lady– o el de una institutriz británica educando en la corte del rey de Siam —El rey y yo, Ana y el rey de Siam y años más tardes la olvidable Ana y el rey—.

En fin, un buen número de filmes que abordaron un asunto tenido por todos por fundamental para la sociedad y ahora tan atacado por todas partes, el de la educación de nuestros menores, con el convencimiento de su importancia ya que están destinados a ser nuestro relevo. Bueno, al menos en teoría, porque con la que está cayendo…

 Fernando Gracia
 


Participa en el nº 2 de Crisis

Ya estamos trabajando en el nº 2. Nos encantaría que enviaséis artículos y notas a crisis@erialediciones.com. La redacción valorará la oportunidad o no de su publicación. El tema general de la revista versará sobre la palabra ocio. También podéis enviar pequeñas notas sobre vuestras últimas lecturas para que podamos publicarlas en la sección, «La biblioteca de la crisis».

Durante la proyección del vídeo de presentación (Óscar Baiges)
 

En la librería Antigona y en Cálamo encontraréis a vuestra disposición unos pocos ejemplares de nuestra revista. Os recordamos que hemos realizado una impresión muy corta; de ese modo podréis poseer el nº 1 como una autentica pieza de colección.

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