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El dragn enredado entre las rocas (Miguel Ángel Domínguez)

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islas tranquilas donde fondear sus Mujer —argumentó el Sr. Smi- —Y bien, ¿están decididos por 

confortables yates de lujo. Quienes th—, siempre nos quedará el ran- úalguno? —les preguntó el agente 
antes no reconocan el derecho a cho vaco que poseían mis padres íde ventas Sr. Rushbury.


emigrar por motivos de amenaza en Pinbits.
—Nos gustan los individuales 

para la vida de las personas hoy lo Sinceramente, Jack —sentenció —contestó el Sr. Smith—, pero 
esgriman para s mismos como de- la Sra. Smith—, ese viejo caserón definitivamente superan nuestras 
úá
recho humano imprescindible. En puede servir para refugio de sen- posibilidades económicas. Con 
ó
ese clima, la publicidad de empre- deristas los fines de semana, pero ííórespecto a los comunitarios, el 
sas que ofertaban la construccin
sabes que no cumple como vivienda ápunto negativo son los incómodos 

y venta de viviendas subterrneas permanente y menos an con las problemas de convivencia que sue- 

seguras en cualquier punto del condiciones de seguridad que el len aparecer en espacios tan redu- 
mundo se extenda como el aceite.
momento exige. Mi pregunta es:
ócidos, y con tan escasa intimidad 
“
si finalmente nos vemos obligados
individual...
“


a abandonar San Francisco, ¿un —Se me está ocurriendo una í
Mientras tanto, la gente bnker nos dara las garantas de su- cosa —intervino la Sra. Smith—. íá

segua muriendo
pervivencia que nos niega la ciudad?
Dgame, Sr. Rushbury: ¿Y si noso- 
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Al da siguiente, los sres. Smi- tros aportásemos el terreno para 
th estaban sentados en la oficina
una superficie de digamos unos éó

La Sra. Smith le haba comen- de venta, hojeando el folleto de 650 pies cuadrados? ¿Qué coste ó

tado a su marido:
modelos. El bnker ms barato era tendra la obra?

—Jack, ¿leste el anuncio del uno comunitario, con piezas dimi- —Djenme calcular —se 
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buzn? Deberamos hablar con nutas de 180 pies cuadrados con
apresur el agente—. Si descon- 

una de esas empresas. ¿Qu per- dos literas, filtro de aire, cocina y tamos el valor del terreno y acudi- 
demos con que nos hagan un pre- bao. Su precio: 45.000 dlares. Los mos a los servicios de una subcon- 
ó
supuesto? T me conoces: la idea bnkeres individuales partan de trata de mano de obra mejicana, 

de habitar un..., es ms la sola pa- los 600 pies cuadrados; equipados pero de confianza, para ajustar 
labra de «bnker» con que llaman con mobiliario completo, interco- mrgenes, la cosa les podría salir í

a esas viviendas me da un poco municador 24 h, sensores, cmaras por unos 70 o 75000 dlares. Eso 

de aprensin. Pero lo que ms me y guardas con perro en el exterior, s, en versin bsica: el mobilia- 
aterra es que, llegado el caso, no costaban desde medio milln de d- rio y cualquier extra correra por 

tengamos donde ir.
lares en adelante.
cuenta de ustedes.



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