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personajes españoles. Un buen ejemplo es Las leyes de En las películas de Pedro Almodóvar, los perso- 

la termodinámica (2017) de Mateo Gil, en la que Elena íñénajes racializados tienen un papel menor y podemos 
(Berta Vázquez) es una chica negra, joven y guapa, que íí
ilustrarlo por ejemplo con los «camellos», rol que rea- 
quiere ser actriz y sobre la que en ningún momento te- ñííóparece a lo largo de su trayectoria, desde Átame (1989)

á
nemos información añadida ni de su familia ni de sus áa Dolor y gloria (2019), por ejemplo, una representación 
orgenes, ni siquiera de su trabajo o estudios. Sin duda ó
ádentro del ámbito de la delincuencia acorde con la 
es un fenmeno de normalización, quizás algo forzado mayoría de las películas con personajes africanos en 
óá
y tiene el mismo sentido el personaje Mark (Jimmy íEspaña. Un caso diferente es el de Laberinto de pasiones 
Castro) de El increíble finde menguante (2019) de Jon ó
áí(1982), con protagonistas «orientales» llamados Riza 
Mikel Caballero, un negro español sin acento, novio
ñNiro (Imanol Arias), el príncipe de un país inventado 
óñ
de una chica rubia que se reúne con los amigos de su llamado Tiran que se reencuentra con Sadec (Antonio 
etapa de estudiante en una casita en la montaña y que Banderas), su amor infantil, y un despiadado terrorista 

tiene preparado irse como ingeniero a Alemania y crear homosexual como su nombre sugiere. El cosmopolita 
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una familia con la joven que está embarazada. No se Almodóvar se centra en la «otredad» sexual, proble- 
hace ninguna alusin a sus orígenes, ni su familia, ni ómática en aquella España de la infancia del personaje y 
í
el estatus econmico-laboral que comienza ahora con átambién en la del director.


esa emigracin a Alemania, como tantos otros jóvenes ñTal vez a nuestro cine le faltaba la reflexión sobre 
espaoles.
lo que suponían como fenómeno migratorio las his- 
á
En el cine de migracin espaol observamos que
íótorias de «los colonos» que se instalaban en zonas del 
í
la mujer tiene un papel importante que se remonta a Tercer Mundo. En este sentido serían buenos ejemplos 
ttulos como La aldea maldita (1930), todavía en el pe- de «normalización comercial» la adaptación fílmica a 

riodo silente. Lo que es cierto es que los personajes fe- partir de la novela de Luz Gabás de Palmeras en la nie- 

meninos sufren por partida doble, por ser emigrantes y áve (2015) de Fernando González Molina y la serie Dos 
por ser mujeres, debido al ambiente social inmovilista vidas (2021), creada por Josep Cister Rubio para TVE 
ó
y represor que censura los legtimos deseos de quienes áá(ambas ambientadas en Guinea Ecuatorial).


quieren mejorar sus condiciones de vida. Si adems También la emigración para la cooperación o para la 
aadimos el estigma racial, base de la otredad por pacificación de territorios envueltos en duros conflictos 

excelencia en Espaa como le ocurre al personaje de bélicos tiene sus títulos en el cine postcolonial español, 

Milady (Marilyn Torres) en Flores de otro mundo (1999) por ejemplo Adú (2020) de Salvador Calvo, con numero- 
de Icar Bollan, el desenlace solo puede ser trgico sas nominaciones en los Premios Goya de 2021.


(sistemtico con personajes femeninos africanos, que 

adems no dominan la lengua) o de resistencia titnica 
para este personaje, como es el caso en este filme de la 

Bollan escrito junto a Julio Llamazares. Este fenme- 

no no solo es espaol. Margarite Duras, la autora de la 
novela El amante, que le vali el premio Goncourt en 

1984 y que fue llevado a las pantallas por Jean-Jacques 

Annaud en 1991, en sus declaraciones y en esta obra 
autobiogrfica hace una profunda crtica del racismo 

de la sociedad colonial a principios del siglo XX. La 

crtica va ms all de la denuncia de las condiciones de 
los colonizados vietnamitas, adentrndose en las reglas 

colonialistas para la mujer blanca y cmo ese racismo, 

por encima de las clases sociales y de la riqueza, mar- 
caba la identidad de las mujeres blancas y su sexuali- 

dad. El mestizaje y dejar de tener una vida de «blanca» 

era la peor de las afrentas, no perdonada por la clase 
dirigente. Ella nos comenta que ni siquiera se llevaba 

un registro de las muertes de las mujeres vietnamitas, 

como si nunca hubieran existido. A pesar de la preocu- 
pacin en estos tiempos por aplicar la perspectiva de 

gnero a cualquier tipo de estudio serio, la denuncia 

del patriarcalismo y el machismo reflejada en el cine, la 
literatura u otras representaciones artsticas, culturales 

o sociales, todava no es sistemtica.



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