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VI Jornadas de Crisis: Creencias y tendencias

Desaprendiendo

Joseina Musulén

El feminismo es la única herramienta capaz de borrar los roles sociales que la educación

patriarcal nos ha adjudicado a las mujeres

Dominio patriarcal (Julia Dorado)

Llevamos años tratando de ser nas niñas, a obedecer. Aprendimos a nuestro cuerpo, ni nosotras mismas,

didácticas desde el feminismo, lleva- ayudar a nuestras madres y a observar- por supuesto nuestra orientación se-
mos años explicando por qué tenemos las, copiamos comportamientos en- xual no podía ser otra que la que venía

que aprender a desaprender. Con tendiendo que era lo que nos tocaba. determinada por la biología desde

cierta frecuencia nos enfrentamos a
Aprendimos a ser femeninas en nues- nuestro nacimiento. Nos enseñaron a
la airmación “las mujeres machistas tros comportamientos y en nuestra esperar al “Príncipe azul” que debería

son peor que los hombres machistas”. forma de vestir. Teníamos que agradar ser “el amor de nuestra vida”. Nos en-

Aquí empieza cómo desmontar esas a los demás, pero también aprendimos señaron a esperar a que nos invitaran,
malditas creencias que tenemos intro- a tener miedo en la calle si íbamos so- a que los chicos dieran el primer paso.

ducidas en el disco duro desde la cuna. “las, teníamos que tener cuidado.
Llegaron las canciones de amor y el

En ese disco duro tenemos metido a amor romántico: “Quien bien te quiere
fuego que como mujeres hemos de ser te hará llorar”, si no lloras el amor no
Nos enseñaron a
delicadas.
es de primera, no es amor de verdad. “
esperar al “Príncipe azul”
De niñas tenemos que querer ser Eso si el responsable de esas lagrimas
princesas y aun hoy si le preguntas a que debería ser “el amor de siempre tenía la varita mágica y te po-

una niña que juega a ser princesa “¿Qué nuestra vida”
día regalar lores, bombones. porque

haces?” la respuesta será “esperar”.
eso era romántico. Todo ello nos ense-
Nos pusieron pendientes, lacitos, ñó a soportar transigiendo, tal y como

faldas y nos dieron muñecas para jugar La menstruación nos hizo saber ocurre en las novelas y en las pelis,

junto con cacharritos que servían para que estábamos “malas” y que por el repitiéndonos nosotras mismas hasta
cocinar, pero no podíamos subir a los hecho de tener vagina debíamos ser la saciedad que “ellos son así” y tene-

árboles o dar patadas a un balón. No- más precavidas. Nos enseñaron a tener mos que aguantar porque necesitamos

sotras teníamos la pelota de gimnasia miedo. La sexualidad y nuestro cuerpo un hombre en nuestra vida, sin él no
rítmica. Aprendimos qué era la culpa era tema tabú, la masturbación era podríamos ser felices.

a la vez que se nos educaba, como bue-
cosa de chicos. Nadie podía conocer
Y supimos que seriamos perma-