Page 7 - Crisis_09
P. 7
laboriosidad, sin la que no hubiera El viejo de Goya es un viejo otros grabados que conozco del
sido lo que fue. La vocación y
viejísimo, mucho más dramático viejo que aún aprende, solo con este
las aptitudes no bastan: hace
que sus antecedentes, casi trágico. pasa. Creo ver en esa gura el alma
falta trabajar. A Goya le gustaba Anciano decrépito, encorvado, con misma de Goya tal como él podía
trabajar, necesitaba crear de forma barbas largas y descuidadas, gran imaginarla a la altura de 1826 o 1827.
continuada. Cultivó con maestría
pelambrera y sin apenas fuerzas Me baso en algo muy sencillo, nada
innovadora un número altísimo
para caminar. Se apoya, con manos rebuscado, teorético ni psiquiátrico.
de registros, plásticos, morales y deformadas por la enfermedad, en El primer biógrafo de Goya fue
técnicos, de forma que la obra de
dos bastones y anda, apenas, bajo el francés Laurent Matheron, que
don Francisco más parece la de el “Aun aprendo” (sin tilde). Es el escribió sobre el gran sordo y su
media docena de artistas. Están en dibujo 54 del Cuaderno G (o Burdeos peripecia vital un librito publicado
situación antípoda la Condesa de I) que llegó al Prado en 1872.
en (1858). Y allí se lee esto, una vez
Chinchón y los Viejos de las sopas, los Los viejos aprendices tienen traducido:
Fusilamientos, los cartones isidriles, como referencia notoria el que grabó “Retomó sus costumbres
los Desastres y el amoroso Marianito, Girolamo Fagiuoli en 1538 (British
plácidas y burguesas; pero las
y así todo.
Museum): camina con esfuerzo, fuerzas se le iban, sus paseos se
encorvado y apoyado en un carrito hacían raros, sus pinceles menos
2. Un tópico clásico
con asideros, en cuya parte delantera activos; su humor se ensombrecía.
Octogenario, eligió un tópico hay un inexorable reloj de arena. Enseguida ya no pudo salir sin el
clásico para condensar el signi cado Además de ‘Anchora inparo’ (sic), subsidio de su joven compatriota
(oneroso) de la vejez, edad temible hay una sentencia de Séneca: Bis el Sr. de Brugada, en cuyo brazo
en la que el hombre se enfrenta a pueri senes (sic, por senex). Tamdiu se apoyaba. Y, en sitios retirados,
pesares crecientes e ineludibles. discendum est quamdiu vivas: “El
probaba a andar solo. Pero,
Goya, que había soñado con
viejo es niño otra vez. Aprenderás ¡esfuerzos inútiles!, ya no tenía
una placentera vida burguesa mientras vivas”. (Esto último era un piernas. Incurría entonces en
—“Campicos y a vivir”, escribía
proverbio romano). Casi cinco siglos grandes encolerizamientos: ‘¡Qué
a su más que amigo Zapater,
antes, el viejo Sócrates (por pluma humillación! ¡A los ochenta años –
en los años en que le gustaba de Platón) también aparecía deseoso gritaba- me pasean como a un niño!
montar enloquecidamente en un de aprender (música).
¡Y tengo que aprender a andar!...”
carricoche—, se veía lejos de su Otro venero del ‘Aún aprendo’ Avergonzado de su impotencia,
patria y de su casa, sospechoso de está en la catequesis cristiana, que que comprobaba en lugares
poco entusiasmo por el régimen Goya conoció bien. El aprendizaje apartados para eludir el ridículo
fernandino (pero ni opositor ni del camino hacia la santidad no y la compasión ajena, maldice
perseguido, hay quien gusta de concluye hasta la muerte y es
con ereza haberse convertido
exagerar) y muy afectado por sus el único determinante: Scientia en una criatura desvalida que,
dolencias físicas.
destruetur, dice Pablo a los corintios. como un niño pequeño, aún tiene
El ‘Aún aprendo’ era ya veterano En el colegio donde pasé varios años que aprender. ¡a andar! Il faut –
en Europa. Tiene antecedentes infantiles, nos lo gritaba a diario una con esa, derrotado- que j’aprenne à
griegos y romanos, claramente en pared: “La ciencia cali cada / es que marcher!’. El viejo de Goya mira con
Plutarco (hablando de Solón) y en el hombre en gracia acabe, / porque, una turbia mezcla de fatiga y odio.
Séneca (hablando de sí propio) y al n de la jornada, / aquel que se
tomó forma italiana. En la forma salva, sabe; / y el que no, no sabe
‘Ancora imparo’, fue puesto en boca nada”. El letrero frailuno presidía,
de personajes alegóricos (así, el paradójicamente, la sala llamada
Viejo, arquetipo de la senectud) y Estudio. Luego supe que esos versos
en la de genios esclarecidos (como eran de fray José de Cádiz, enemigo
Miguel Ángel, compendio de jurado de la Ilustración. (En
talentos artísticos).
Zaragoza montó un poyo regular
Soy viejo, viene a decirse, pero acusando a los ilustrados de decir lo
quiero aprender, deseo saber más, que jamás habían dicho).
anhelo conocimiento(s). Y esa
intención es la que, dibujo mediante, 3. Goya encolerizado
hemos venido atribuyendo a
Mirando los ojillos tremendos
nuestro don Francisco en sus años del anciano goyesco se siente uno
bordeleses.
intimidado. No sucede eso con los
7